Mi propia vida renovada
Cuando comencé este máster, hace dos años, no podía imaginar la grandeza que encerraba y lo que iba a suponer para mí: una vida renovada.
Me llevaron a inscribirme en él mis inquietudes internas, ya antiguas, derivadas de ver a mi alrededor tanta vida humana maltratada y maltrecha: matrimonios destruidos, familias que se deshacen, dejando una huella imborrable de dolor dentro del corazón de cada cónyuge y, sobre todo, en el alma de los que menos culpa tienen, los hijos.
Ante esto debía hacer algo.
Cuando comencé este máster,
no podía imaginar la grandeza que encerraba
y lo que iba a suponer para mí: una vida renovada.
La vida renovada de los futuros esposos
Por una parte, advertía la necesidad de formar bien a las parejas de novios antes de que diesen el paso definitivo del sí nupcial para toda la vida, de modo que el matrimonio supusiera para ellos una vida renovada.
Pues uno de los grandes problemas que observaba es la falta de un verdadero conocimiento del significado del matrimonio: qué es casarse y qué lleva consigo.
Al no tener una percepción clara y real de lo que significa el amor entre los cónyuges —tantas veces descrito y explicado en estos estudios: querer el bien del otro en cuanto otro—, van surgiendo los inconvenientes, malentendidos y dificultades, que harán fraguar la ruptura.
Los jóvenes de esta generación necesitan ayuda urgente para prepararse a una entrega incondicional al amado, con un proyecto real común, sin que las posibles ensoñaciones de una vida de pareja dulzona y sin problemas haga que se nuble y desdibuje el futuro de su relación.
Con todo lo aprendido en este máster es posible llegar al corazón de muchas parejas y ayudarlas a esclarecer, antes de la boda, el recorrido que han de realizar a lo largo de su existencia: una vida renovada ya desde el mismo inicio.
Lo aprendido en este máster
permite llegar al corazón de muchas parejas
y ayudarlas a esclarecer, antes de la boda,
el recorrido que han de realizar a lo largo de su existencia:
una vida renovada desde el comienzo.
La vida renovada del matrimonio en sí mismo
Por otra parte, los problemas que surgen en los matrimonios, tanto los que llevan poco tiempo como los que están unidos desde años atrás —casi toda una vida—, no son aislados ni carecen de solución.
Sin embargo, cuando uno está inmerso en esas dificultades puede sentirlas como una carga tremenda, casi imposible de superar, de la que no sabe cómo salir.
Bastantes de los motivos que hacen que un matrimonio en su día felizmente casado tome la drástica decisión de la ruptura de por vida, derivan de una serie de circunstancias que han ido surgiendo entre ellos.
Situaciones que en sí mismas carecen a menudo de relevancia, pero que el paso del tiempo y la falta de una oportuna y pronta respuesta han ido acumulando, hasta arrojar como saldo un endurecimiento de la relación, que la hace prácticamente insoportable.
Me refiero a:
♣ malentendidos,
♣ falsas esperanzas en el otro,
♣ egoísmos que incitan a buscarse a uno mismo antes que a la pareja o los hijos,
♣ sobrecargas de las tareas familiares en uno de los cónyuges,
♣ discusiones sin resolver,
♣ carencia de momentos íntimos,
♣ de sinceridad,
♣ de comunicación al fin y al cabo.
Todo ello bastante bien detallado y explicado en estos estudios, haciendo posible una vida renovada.
Pequeñas dificultades
que el paso del tiempo
y la falta de una oportuna y pronta respuesta
han ido acumulando, endureciendo la relación,
hasta hacerla prácticamente insoportable.
Mi propia experiencia de vida y mi matrimonio
En mis casi catorce años de vida matrimonial he atravesado bastantes momentos así, crisis matrimoniales, experiencias complicadas, días negros como el cielo cuando amenaza tormenta.
Pero también he podido ir superando estas etapas junto con mi marido, en lugar de hacer la vista gorda o huir de ellas. Y eso nos han hecho madurar más y más, amarnos y conocernos también más.
¿Cómo?
♦ Ante todo, con diálogo cercano, sincero, con el perdón continuo e incansable, diario, cuando ha sido necesario.
♦ Y, sobre todo, con el verdadero amor, tal como lo entendemos en estos estudios. Sin egoísmos, buscando el bien del otro, con una entrega generosa.
Por todo lo anterior, este máster me ha fortalecido de una manera asombrosa para seguir amando a mi marido tal como es y luchar por mi matrimonio, con los bríos que ofrece una vida renovada.
Pero sobre todo me ha aportado herramientas teóricas y prácticas para llevarlo a cabo, ya que las que teníamos necesitaban una recarga de batería: estos estudios han otorgado una gran energía y potencia a nuestra vida renovada en común.
Este máster me ha fortalecido de una manera asombrosa
para seguir amando a mi marido tal como es,
luchando por mi matrimonio.
Mi vida como educadora: también una vida renovada
En cuanto a la educación de los hijos, me ha dejado bastante impresionada la multitud de contenidos que he podido leer, visualizar, reflexionar y estudiar, y que sin duda han supuesto un gran tesoro para mi familia.
De hecho, me faltaba tiempo para profundizar en todo el material ofrecido.
Espero que ahora, más relajada, pueda deleitarme en las lecturas de todo aquello que me llamó la atención.
El tema de la educación me fascina y no es ajeno ni a mi vida profesional: espero lograr, también en este punto, una vida renovada.
Desde esa experiencia acumulada y hecha vida, debo decir que estoy plenamente de acuerdo con lo aprendido en los estudios, que en algunos casos han corroborado mis conocimientos previos y en otros me han proporcionado todo un mundo nuevo por explorar.
En algunos casos,
los estudios han corroborado mis conocimientos previos;
en otros,
me han proporcionado todo un mundo nuevo por explorar.
La vida de la razón… y de la fe
La vida renovada del entendimiento elevado por la fe
Me gustaría mencionar también que con este máster he aprendido a defender los argumentos y contenidos sobre la grandeza de la persona humana en su conjunto y en sus múltiples aspectos: la vida matrimonial, laboral, social…: cada una de ellas una vida renovada.
Y todo lo anterior, sin tener que interpretarlo necesariamente desde el punto de vista de la fe cristiana, sino permitiéndome conversar sobre estos temas también con personas no creyentes.
Las verdades sobre la persona me las enseñaron en la Iglesia desde pequeña, pero no sabía cómo argumentarlas ante cualquier persona, y no sólo compartirlas con los que profesamos la misma fe.
Por eso veo muy acertado que algunas asignaturas ofrezcan los contenidos en dos partes: una general, y otra que corrobora los apuntes antes explicados, apoyándose ahora en el Magisterio.
No sabía cómo argumentar las verdades sobre la persona,
que me enseñaron en la iglesia desde pequeña.
El máster me ha proporcionado los argumentos para hacerlo.
La vida renovada de la inteligencia y la “vida renovada de la vida”
Durante estos dos años de estudios he dialogado con las ideas de profesores, pensadores y profesionales de diversos ámbitos y épocas, que me han fascinado y entusiasmado.
Ha habido momentos complicados, sobre todo al verme sobrecargada por la presión familiar (tenemos 5 hijos) y laboral (soy maestra), intentando compaginar mi vida con los estudios, sin perjudicar a mi marido, hijos y responsabilidades laborales.
He tenido alguna tentación de abandonar durante un tiempo, por verme incapacitada para sacar todo adelante. Pero los motivos iniciales y cada vez más presentes que me llevaron a realizarlos, y el cada vez mayor entusiasmo que sentía, hicieron que no tirase la toalla y continuase, con demoras en algunos trabajos, que más tarde recuperaba, y con mucho, mucho interés por proseguir.
Han sido dos años duros, sacrificados, pero con una gran recompensa interior y con beneficiosos y abundantes frutos, no sólo para mi familia, sino también para todo aquel al que pueda ayudar.
Han sido dos años duros, sacrificados,
pero con una gran recompensa interior
y con beneficiosos y abundantes frutos para mi familia
y para todo aquel a quien pueda ayudar.
El trabajo final
El trabajo final del máster ha supuesto todo un reto del que, una vez finalizado, estoy profundamente orgullosa.
Ha sido un año intenso de incesante investigación, que me ha fascinado, aportando todo un mundo de conocimientos, que sin estos estudios no hubiese podido entrever ni experimentar.
(Aunque si los alargo un poco más, mi marido me pone con la maleta en la puerta…).
El trabajo final del máster ha supuesto todo un reto,
cuya superación de ha dejado profundamente satisfecha.
Gratitud de por vida (¡de por vida renovada!)
Por último, he de decir que estoy profundamente agradecida por la atención que me han brindado en este tiempo.
En particular, al profesor D. Gabriel Martí, que ha atendido a cada una de mis demandas y dudas con gran exquisitez y me ha ofrecido todos sus conocimientos en los apuntes de algunas de las asignaturas.
Y, con gran relevancia para mí, a D. Tomás Melendo y a su esposa Lourdes, sin la que este proyecto no hubiese sido posible. Me he sentido tan cercana a su persona que casi casi lo he tenido como uno más de mi familia durante estos dos años (incluso mis hijos ya lo conocen…)
Gracias por el amor desinteresado y el tiempo de todos los profesores que han hecho posible estos estudios.
Beatriz Montes Ferrer
Almería, España
